...EL GRAN DICTADOR...DISCURSO...CHARLES CHAPLIN...

lunes, 16 de julio de 2007

...TALTAL EN LA LITERATURA CHILENA...

EL TAITA DE LA OFICINA
CARLOS PÉZOA VÉLIZ



...Llegó a la pampa hace muchos años,creo que cuando guerreaba don Peiro León Gallo con el Presidente Montt.¡Tanto tiempo!...Él estaba guaina entonces,y tenía unos brazos como nadie,una cartera bien colmaa pa los amigos y unos puños agarrotados,que era lo mesmo qu'icir:"El que la hace,la paga".Le llamaban"El Guapo"por mal nombre;más tarde le decían el"¡ves qué niño!"Después.el"Mala Cara",y hoy,"El taita de la oficina".El verdadero nombre suyo no lo recuerda,ni hace falta..."Las había echado"al norte por unos cuantos meses no más:quería juntar unos cobrecitos,comprar un peazo e tierra"pa tener en qué "caerse muerto",y llevar donde el cura de Nancagua a la morena colorá que palabrió en la trilla de don Bacho Reyes...-Por unos cuantos meses no más.Anduvo corto en el cálculo,porque hace ya cuarenta años que no ve a la morena colorá ni al rancho de Nancagua,donde vio transcurrir plácidamente los olvidados días de su infancia.Las greñas de sus bigotes hirsutos parecen agriar su formidable mirada de barretero bravío cuando con los ojos amoratados se pone a recodar su perdida felicidad.-¡Güen dar que hei sío desgraciao!Cien veces ha tenío el dinero para volver al sur.Una vez fue el tacuaco Juan Mella que lo llevó a los"salones de niñas"en TALTAL:remolieron una semana con arpa y guitarra,"se cayeron"los mil quinientos pesos de ahorro al cajón del burdel y se acabó too...-La copa,patroncito;ésa es mi perdición de siempre...Mire,una vez bajé en la expedición a Caracoles con don Pedro Díaz Gana,trayendo no menos que tres mil pesos en metales míos.Cuando me entriegaron los billetes en que los vendí,agarré una rasca que me duró pa un mes justo.Me templé con la famosa"Huifa",apuñalié a un pirquinero y me arranqué pa Bolivia.Ahí estaba cuando empezaron las primeras diferencias sobre la cuestión del salitre.Y así habían pasado cuarenta años más para"El taita de la oficina".De Calama a Uyuni,de Uyuni a Chuquicamata,de Chuquicamata a Sierra Gorda,de Sierra Gorda a Caracoles,de Caracoles a Antofagasta,de Antofagasta a TALTAL y de TALTAL a Lautaro.Ahí estaba ahora como último trabajador de la oficina.-Eso sí,por la maire,que me quea el consuelo de haber sío el numeruno entre los entallaos de TALTAL...Encantador a veces,solía hablar con cariño de esas salitreras que ya le conocían.Para él no había como eso de"tirar costras" y"morder polvo"a pampa rasa,"encalillao"con una barreta de dos metros o con la cuña en un trozo"metía hasta el contre".Su chiste era feroz como una cuchillada,no faltándole jamás el donaire para sostener que en la vida no hay más que comer,dormir y"colgar".El hambre era para él"una tonada en las taipas";la mujer,una"chancadora de chauchas",el amor,una"rasca sin vino";la cerveza,el"Dominus Obisco";el matrimonio,un"sermón de las tres horas";el trago,"un compañero",y la vida,"una payasá"...Conocía al dedillo todas las labores salitreras.Peregrino de un viaje sin posible término,había disparado un cachorro en Santa Luisa,se había hecho ripiar en Ballena y había tomao junto con el patrón Daniel Oliva cuando en la oficina Atacama les toreaba los cobres de pago con damajuanas de chicha...Le toleraban los patrones porque en cierto modo era el depositario de las tradiciones pampinas.-¡Déjenlo a ese diablo!"Ese diablo"era de los expedicionarios caracolinos,como que junto con Méndez y Porra recordaba haber dormido a plena pampa del litoral,echado muellemente sobre las espaldas y"abrigándose con la barriga"."Ese diablo"era capaz de"volver loca una calichera",hasta extraerle de las salinosas entrañas"un mes de tomateras abajo",es decir,en las casas alegres del puerto más próximo a la oficina...No recuerda haber tenido más amigos de duradera compañía que el reflexivo"Pituco",un pobrecillo choco de ojos tristes,concentrado en su amor a"El taita de la oficina",inseparable compañero de todas las penurias que él había pasado de desierto en desierto.Todo se había quedao atrás.Peiro Carvajal,aquel toro de puños famosos,murió quemado en los cachuchos de la oficina Germania;Juan Garcés,en la cárcel:aquel pampino llegado del sur,marinero del 79,salteador años después...Pancho Molina,el"Cuchillo Taimado",también ya estaba muerto:lo asesinaron los indios de Pachacamata por enamorado...Recuerda él los tiempos en que bajaba de la pampa con los amigos.-¿Onde vay,hombre?-Pa TALTAL,pues.Lo decía ruidosamente,con aquella facha del que lleva trescientos o más pesos"pa darse gusto..."No era lo mismo cuando volvía al trabajo,"en la mala ya":sin amigos ni dinero.-¿De ónde venís ahora?-De TALTAL,hermanito...La voz era triste,con aquella melancolía feroz del que ha perdido el esfuerzo de una vida,el producto de su brazo incansable,ofrecido en el más tremendo desafío a las vicisitudes del vivir.Nunca ya sus ojos nostálgicos volverán a ver el rancho de"l'hacienda"o el arrabal de la aldea nativa.Sus hermanos habrán muerto ha muchos años;los hijos de ellos apenas si tendrán noticias de que hay un tío muy viejo,del cual sólo saben el carácter aventurero que lo condujo"al norte",para no volver más.El día que se aburriera,no había más que sentarse en la boca del tiro y encender la mecha.El dinamitazo lo elevaría,seguramente,a la gloria de Dios Hijo y too lo demás.¡"El taita de la oficina!Es decir el más viejo de los trabajadores,el más corrido,el más espoliado,el más vicioso,el más pobre.El que reunía en sí aquellos atributos lamentables del pampino andariego,sin olvidar siquiera los más odiosos o los más conmovedores.El que ya había dado tres rebanás en el abdomen del amigo no amigo;el que había amamantado a esos niños de la aventura con"la leche del mineral"o con la sangre suya;el que había dejado una pierna en los cachuchos,un brazo en las maquinarias,una cuchillada en el campamento,una deuda en la administración,un hijo en la querida,un recuerdo en la fonda.El que sabía hacer una buena cangalla,el que sabía soportar el hambre,el que desafiaba la puna,el que se reía de la suerte.-¡El mañana!-No frieguen,hombres..."Mañana será otro día"y no es pa que un hombre "de pelo en pecho"se eche a morir.-El sur,patroncito;las trillas de Yaquil...Too lo tengo muy presente.Me parece tar en el fundo,cuando nos íbamos con el vaquero a ver las apartas.Íbamos por el camino de La Placilla,a la sombra de unas alamedas grandes qu'iban a rematar en la misma caja del Tinguiririca.Ahí en la orilla era onde vivía la Carmen Rosa,l'hija de don Bacho...Ahora ya se acabó too...Y se perdía hablando solo,en dirección al campamento de la oficina.En la media luz de la plazoleta,se balanceaban lentamente sus grandes brazos,que eran como el despojo postrero de una talladura soberbia,ahora abatida por el cansancio de las espaldas.

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