...EL GRAN DICTADOR...DISCURSO...CHARLES CHAPLIN...

domingo, 29 de noviembre de 2009

...AGRADECER...


Ahora también es el momento de tener un recuerdo agradecido. Son muchos quienes a lo largo de tu vida han dejado su huella en ti. Experiencias sobre las que puedes recordar nombres. Quizá algunos te hayan lanzado a una aventura para sacar algo de ti y despertar tu "yo dormido", conseguir aquello que te parecía imposible, cambiar, crecer y madurar.

Descubrir en ti las huellas de "otros amigos" encontrados a lo largo del camino, es motivo de alegría. Es motivo de gratitud el que hayas podido experimentar amor, creer en la vida y en tu capacidad de encuentro, creer que alguien haya podido ayudarte a descubrir lo mejor que existe dentro de ti.

Agradece a:

Áquel que inesperado y oportuno supo escucharte comprensivo.
Áquel que descubriste un día y "se quedó en ti".
Áquel que te ayuda a develar tu riqueza interior.
Áquel que con su gran bondad te hizo ser sencillo.
Áquel que corrigiéndote con cariño te hizo caminar.
Áquel que con su vida incansable te animó a luchar.
Áquel que sin cansancio siempre esperó lo mejor de ti.
Áquel que te exigía siempre haciéndote crecer en la grandeza.
Áquel que te hace sentir importante cuando necesita de ti.
Áquel que estando lejos, lo sentiste cerca.
Áquel que con su desacuerdo te hace descubrir tu verdad.
Áquel que sabes que te quiere y siempre te espera.
Áquel que siempre te anima a ver lo positivo.
Áquel que te quiere como eres animándote a crecer.
Áquel que con su necesidad de ti hizo que te sintieras "único".
Áquel que desde su manera de ser, te ayudó a ser más humano, más sencillo, más sensible.

jueves, 26 de noviembre de 2009

... EL REY...


En la selva vivían tres leones. Un día el mono, representante electo por los animales, convocó a una reunión para pedirles una toma de decisión:”- Todos nosotros sabemos que el león es el rey de los animales, pero existe una gran duda en la selva: hay tres leones y los tres son muy fuertes. ¿ A cuál de ellos debemos rendir obediencia?¿ Cuál de ellos deberá ser nuestro rey?”. Los leones supieron de la reunión y comentaron entre sí:”- Es verdad, la preocupación de los animales tiene mucho sentido. Una selva no puede tener tres reyes. Luchar entre nosotros no queremos ya que somos muy amigos…Necesitamos saber cuál será el elegido, pero¿ cómo descubrir?”. Otra vez los animales se reunieron y después de mucho deliberar, llegaron a una decisión y se la comunicaron a los tres leones: “-Encontramos una solución muy simple para el problema y decidimos que ustedes tres van a escalar la Montaña Difícil. El que llegue primero a la cima será consagrado nuestro rey”. La Montaña Difícil era la más alta de toda la selva. El desafío fue aceptado y todos los animales se reunieron para asistir a la gran escalada. El primer león intentó escalar y no pudo llegar. El segundo empezó con todas las ganas, pero también fue derrotado. El tercer león tampoco lo pudo conseguir y bajó derrotado. Los animales estaban impacientes y curiosos; si los tres fueron derrotados,¿ cómo elegirían un rey? En ese momento, un águila, grande en edad y en sabiduría, pidió la palabra:”-¡ Yo sé quién debe ser el rey!...” Todos los animales hicieron silencio y la miraron con grande expectativa. ¿Cómo?, preguntaron todos. “-Es simple…dijo el águila. Yo estaba volando muy cerca de ellos y cuando volvían derrotados en su escalada por la Montaña Difícil escuché lo que cada uno dijo a la Montaña. El primer león dijo:-¡ Montaña, me has vencido! El segundo león dijo: -¡ Montaña, me has vencido! El tercer león dijo:” -¡ Montaña, me has vencido, por ahora! Porque ya llegaste a tu tamaño final. Y yo todavía estoy creciendo”. La diferencia , completó el águila, es que el tercer león tuvo una actitud de vencedor cuando sintió la derrota en aquel momento, pero no desistió y quien piensa así su persona es más grande que su problema. Él es el rey de sí mismo, por eso pienso que está preparado para ser rey de los demás. Los animales aplaudieron entusiasmadamente al tercer león que fue coronado como el Rey de los animales.


MORALEJA…
No tiene mucha importancia el tamaño de las dificultades o problemas que tengas. Tus problemas, por lo menos en la mayor parte de las veces, ya llegaron al nivel máximo, pero no tú. Tú todavía estás creciendo y eres más grande que todos tus problemas juntos. Aún no llegaste al límite de tu potencial y de tu excelencia. La Montaña de las Dificultades tiene un tamaño fijo, limitado. ¡…Tú todavía estás creciendo…! …Y acuérdate del dicho: “-No le digas a Dios que tienes un gran problema, dile al problema que tienes un gran Dios…”
Cuando la vida te presente mil razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una razones por los cuales sonreír…

martes, 24 de noviembre de 2009

...POR EL AMOR DE UNA MUJER...


Cuentan que en la montaña más alta del planeta vive el hombre más sabio del mundo. Cierta vez, un joven acudió con él para descubrir el camino al corazón de una mujer de la que se había enamorado.



Cuando encontró al sabio en la cumbre de la montaña, le preguntó:



'Dime Maestro de los maestros: ¿Cuál es el camino más corto, seguro y directo para llegar al corazón de una mujer?'.



El maestro le respondió: 'No hay camino seguro al corazón de una mujer, hijo mío; solo senderos al borde de precipicios y caminos sin mapas o brújulas, tapizados de peñascos, de arbustos espinosos y con serpientes ponzoñosas'.



Pero, entonces, Maestro: ¿qué debo hacer para conquistar el corazón de mi amada?



Recuerda amado Discípulo: Conserva en tu mente y en tu corazón las enseñanzas y los consejos que te daré... Síguelos fielmente y llegarás al corazón de la mujer que amas.



1. Lávese los dientes.

2. No se rasque los testículos frente a ella.

3. Regálele flores y muchos, pero muchos presentes.

4. Levante la tapa del inodoro antes de orinar y recuerde bajarla después.

5. Lávese las manos cuando salga del baño.

6. No mastique con la boca abierta.

7. No eructe duro, o mejor, no eructe jamás.

8. No sea pedorro.

9. No hable mal de la madre de ella, ámela como a su propia madre.

10. No diga palabrotas.

11. Ría siempre de los malos chistes de ella.

12. No la cele, o si acaso, un poquito.

13. Deje que ella tenga celos de usted. Ella sí puede.

14. No críe barriga. Es más, nunca engorde. Ella sí puede (pero nunca se lo diga).

15. No se demore en el baño. Aprenda a trapear el baño, pero aun así, no se demore.

16. No deje la toalla tirada.

17. No diga que ella no sabe manejar.

18. No llegue tarde a casa. Salga de trabajar y váyase de inmediato para su casa.

19. No se entretenga con los amigos. O mejor, no tenga amigos.

20. No sueñe con tener amigas.

21. Nunca mire ni hable de las tetas o del culo de las amigas de ella.

22. No sea tacaño. Use cuando menos dos tarjetas débito y dos de crédito.

23. No mire a otras mujeres. Es más, entienda de una vez que no existen otras mujeres.

24. No hable de su ex. Usted nunca tuvo a nadie antes que ella.

25. Dígale 'Te amo', al menos 24 veces al día.

26. Aprenda a cocinar.

27. Lave los platos y deje la cocina limpia.

28. Arregle la cama (siempre).

29. Llámela desde cualquier lugar, ojalá cuando usted esté más ocupado.

30. Deje que ella compre ropa, zapatos, etc., siempre que ella quiera. Es más, ayúdela a caminar durante horas eligiendo lo que quiera comprar (y sonría mientras camina).

31. Deje que ella converse durante horas por teléfono, y si puede, páguele la factura del celular.

32. No ronque.

33. Recuerde, a usted no le gusta el fútbol y odia las carreras de fórmula 1.

34. Aféitese todos los días para que no la lastime.

35. No piense solamente en sexo, pero tampoco exagere; propóngaselo con frecuencia, aunque esté cansado y descremado.

36. Respete cuando a ella le duela la cabeza, pero si ella se lo pide, complázcala de inmediato. ¡Ah!, y no se vaya a

quedar dormido inmediatamente después; debe mirarla a los ojos y acariciarla hasta que sea ella quien se quede plácidamente dormida.

37. Diga en todo momento que ella es la mujer más bella que jamás ha visto.

El Discípulo, agobiado, se vuelve para bajar de la montaña y el Maestro le dice: '¡Espera, hijo mío, vuelve acá!'

El Discípulo contesta:

'Nooo, Maestro...

... ¡Ahora entiendo por qué hay tantos homosexuales !

miércoles, 18 de noviembre de 2009

...EL BUSCADOR...


Ésta es la historia de un hombre al que yo definiría como un
buscador.... Un buscador es alguien que busca, no necesariamente alguien que encuentra.

Tampoco es alguien que necesariamente, sabe qué es lo que está buscando, es simplemente alguien para quien su vida es una búsqueda.

Un día, el buscador sintió que debía ir hacia el pueblo llamado Horacio Oliveira. Él había aprendido a hacer caso riguroso a estas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió.

Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó, a lo lejos, Horacio Oliveira . Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó mucho la atención.

Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadores; la rodeaba por completo una especie de valla pequeña de madera lustrada... Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar.

De pronto, sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar. El buscador traspasó el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los
árboles.

Dejó que sus ojos se posaran como mariposas en cada detalle de este
paraíso multicolor. Sus ojos eran los de un buscador, y quizás por eso descubrió, sobre una de las piedras, aquella inscripción:

Vicgo Morsua, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días.

Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era
simplemente una piedra, era una lápida. Sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar.

Mirando a su alrededor el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado también tenía una inscripción. Se acercó a leerla, decía:
Hutor Aleszo, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas.

El buscador se sintió terriblemente conmocionado. Este hermoso lugar era un cementerio y cada piedra, una tumba. Una por una, empezó a leer las lápidas.

Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida
exacto del muerto. Pero lo que lo conectó con el espanto, fue comprobar que el que más tiempo había vivido sobrepasaba apenas los 11 años....

Embargado por un dolor terrible se sentó y se puso a llorar. El cuidador del cementerio pasaba por ahí y se acercó. Lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.

-No, ningún familiar - dijo el buscador - ¿ qué pasa con este
pueblo?, ¿qué cosa tan terrible hay en esta ciudad?, ¿por qué tantos niños muertos enterrados en este lugar?, ¿ cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que los ha obligado a construir un cementerio de chicos?!!!

El anciano se sonrió y dijo:
-Puede Ud. serenarse. No hay tal maldición. Lo que pasa es que aquí
tenemos una vieja costumbre. Le contaré.... Cuando un joven cumple quince años sus padres le regalan una libreta, como ésta que tengo aquí, colgando del cuello. Y es tradición entre nosotros que a partir de allí, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella:

a la izquierda, qué fue lo disfrutado.. . a la derecha, cuánto tiempo duró el gozo. Conoció a su novia, y se enamoró de ella. ¿ cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla?, ¿una semana?, ¿dos?, ¿ tres semanas y media?....

Y después... la emoción del primer beso, el placer maravilloso del
primer beso, ¿cuánto duró?,¿el minuto y medio del beso?, ¿ dos días?,
¿una semana?....

¿Y el embarazo o el nacimiento del primer hijo...?
¿Y el casamiento de los amigos....?
¿Y el viaje más deseado...?
¿Y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano...?
¿Cuánto tiempo duró el disfrutar de estas situaciones? ....
¿horas?, ¿ días?....

Así... vamos anotando en la libreta cada momento que disfrutamos. ..cada momento…

Cuando alguien se muere, es nuestra costumbre, abrir la libreta y
sumar el tiempo de lo disfrutado para escribirlo sobre su tumba, porque ÉSE ES, para nosotros, el único y verdadero tiempo VIVIDO.

martes, 17 de noviembre de 2009

...DOS AMIGOS...


Cuenta una historia que dos amigos iban caminando por el desierto. En algún punto del viaje comenzaron a discutir, y un amigo le dio una bofetada al otro. Lastimado, pero sin decir nada, escribió en la arena: “Mi mejor amigo me dio hoy una bofetada”. Siguieron caminando hasta que encontraron un oasis, donde decidieron bañarse. El amigo que había sido abofeteado comenzó a ahogarse, pero su amigo lo salvó. Después de recuperarse, escribió en una piedra: “Mi mejor amigo hoy salvó mi vida”. El amigo que había abofeteado y salvado a su mejor amigo preguntó: “-Cuando te lastimé escribiste en la arena y ahora lo haces en una piedra, ¿ por qué?”. El otro amigo le respondió: “ - Cuando alguien nos lastima debemos escribirlo en la arena donde los vientos del perdón puedan borrarlo. Pero cuando alguien hace algo bueno para nosotros, debemos grabarlo en piedra donde ningún viento pueda borrarlo. Aprende a escribir tus heridas en la arena y grabar en piedra tus venturas. Dicen que toma un minuto encontrar a una persona especial, una hora para apreciarla, un día para amarla, pero una vida entera para olvidarla. Tómate el tiempo para vivir-.”

domingo, 8 de noviembre de 2009

¡...NO TE OLVIDES DE COMENTAR...!


O P O R T U N I D A D
Nunca acertarás a los objetivos que no te atrevas a intentar.
I N T E G R I D A D
La integridad es el resultado de la congruencia entre lo que pensamos, decimos y hacemos ... es el camino correcto.
L I D E R A Z G O
Un líder verdadero tiene metas y sueños bien definidos, es capaz de transmitir su visión a otros a través del carisma que genera su compromiso y la integridad de sus acciones. Es capaz de asumir la responsabilidad y tomar decisiones en cualquier situación.
P E R S E V E R A N C I A
En la lucha entre la piedra y el agua, el agua siempre triunfa y se abre camino, no por su consistencia si no por su persistencia.
C A M B I O
Tú debes ser el cambio que quieres ver en el mundo.
D E T E R M I N A C I O N
Determinación es la fortaleza mental para perseguir los objetivos que nos proponemos y no abandonar simplemente porque el camino se ponga difícil.
A C T I T U D
El éxito ó el fracaso no depende de las circunstancias si no de nuestra actitud frente a ellas.
S U P E R A C I O N
Triunfamos hasta nuestra capacidad de superar la adversidad. Los ganadores están dispuestos a pagar el precio de la victoria, ellos se sacrifican, sufren, trabajan ... puede que solos y desesperados, y aún así a cada paso superan lo negativo.
D E S A F I O
Si tiene que hacerse, depende de mí.
V I S I O N
Lo que la mente del hombre puede concebir y creer, la mente del hombre lo puede lograr; porque cuando hay fe en el futuro, hay fuerza en el presente.
L O G R O
El logro de tus metas es el momento asegurado que cometes tú mismo.
A M I S T A D
Un amigo es una persona en la que se puede pensar en voz alta.

sábado, 7 de noviembre de 2009

LA MONTAÑA DE LA SABIDURÍA


Había una vez, hace mucho, mucho tiempo, una pequeña región montañosa dónde tenían la costumbre de abandonar a los ancianos al pie de un monte lejano. Creían que cuando se cumplían los sesenta años dejaban de ser útiles, por lo que no podían preocuparse más de ellos.

En una pequeña casa de un pueblecito perdido, había un campesino que acababa de cumplir los sesenta años. Durante todos estos años había cuidado la tierra, se había casado y había tenido un hijo. Después había enviudado y su hijo también se casó, dándole dos preciosos nietos. A su hijo le dio mucha pena, pero no podía desobedecer las estrictas órdenes que le había dado su señor. Así que se acercó a su padre y le dijo:

- Padre, los siento mucho, pero el señor de estas tierras nos ha ordenado que debemos llevar a la montaña todos los mayores de sesenta años.

- Tranquilo hijo, lo entiendo. Debes hacer lo que el señor diga -, contestó el anciano lleno de tristeza.

Así que el joven se cargó al viejo a la espalda, ya que a su padre ya le era difícil caminar por el bosque, e inició el viaje hacia las montañas. Mientras iban caminando, el joven se fijo que su padre dejaba caer pequeñas ramas que iba rompiendo. El joven creyó que quería marcar el camino para poder volver a casa pero cuando le preguntó, el anciano le dijo:

- No lo estoy haciendo para mi, hijo. Pero vamos a un lugar lejano y escondido, y sería un desastre que te desorientases y no pudieses volver. Así que he pensado que si iba dejando ramitas por el camino seguro que no te perderías.

Al oír estas palabras el joven se emocionó con la generosidad de su padre. Pero continuó caminando porqué no podía desobedecer al señor de esas tierras.

Cuando finalmente llegaron al pie de la montaña, el hijo, con el corazón hecho pedazos, dejó allí a su padre. Para volver decidió utilizar otra ruta, pero se hacía de noche y no conseguía encontrar el camino de vuelta. Así que retrocedió sobre sus pasos y cuando llegó junto a su padre le rogó que le indicara por dónde tenía que ir. Se volvió a cargar a su padre a la espalda y, siguiendo las indicaciones del anciano, empezó a cruzar el valle por el que habían venido.

Gracias a las ramitas rotas que el viejo había dejado por el camino, pudieron llegar a su casa. Toda la familia se puso muy contenta cuando vieron de nuevo al anciano. Entonces, el joven decidió esconderlo debajo de los tablones del suelo de su cabaña para que nadie lo viese y no le obligasen a llevárselo otra vez.

El señor del país, que era bastante caprichoso, a veces pedía a sus súbditos que hiciesen cosas muy difíciles. Un día, reunió a todos los campesinos del pueblo y les dijo:

- Quiero que cada uno de vosotros me traiga una cuerda tejida con ceniza.

Todos los campesinos se quedaron muy preocupados. ¿Cómo podían tejer una cuerda con ceniza? ¡Era imposible! El joven campesino volvió a su casa y le pidió consejo a su padre, que continuaba escondido bajo los tablones.

- Mira -, le explicó el anciano-, lo que tienes que hacer es trenzar una cuerda apretando mucho los hilos. Luego debes quemarla hasta que solo queden cenizas.

El joven hizo lo que su padre le había aconsejado y llevó la cuerda de ceniza a su señor. Nadie más había conseguido cumplir con la difícil tarea. Así que el joven campesino recibió muchas felicitaciones y alabanzas de su señor.

Otro día, el señor volvió a convocar a los hombres de la aldea. Esta vez les ordenó a todos llevarle una concha atravesada por un hilo. El joven campesino se volvió a desesperar. ¡No sabía cómo se podía atravesar una concha! Así que, cuando llegó a casa, volvió a preguntar a su padre lo que debía hacer y éste le contestó:

- Coge una concha y orienta su punta hacia la luz- explicó el anciano-. Después coge un hilo y engánchale un grano de arroz. Entonces dale el grano de arroz a una hormiga y haz que camine sobre la superficie de la concha. Así conseguirás que el hilo pase de un lado al otro de la concha.

El hijo siguió las instrucciones de su padre y así pudo llevar la concha ante el señor de esas tierras. El señor se quedó muy impresionado:

- Estoy orgulloso de tener gente tan inteligente como tú en mis tierras. ¿Cómo es que eres tan sabio? - le preguntó el señor.

El joven decidió contestarle toda la verdad:

- Veréis señor, debo ser sincero. Yo debería haber abandonado a mi padre porqué ya era mayor, pero me dio pena y no lo hice. Las tareas que nos encomendó eran tan difíciles que sólo se me ocurrió preguntar a mi padre. Él me explicó como debía hacerlo y yo os he traído los resultados.

Cuando el señor escuchó toda la historia, se quedó impresionado y se dio cuenta de la sabiduría de las personas mayores. Por eso se levantó y dijo:

- Este campesino y su padre me han demostrado el valor de las personas mayores. Debemos tenerles respeto y por eso, a partir de ahora, ningún anciano deberá ser abandonado.

Y a partir de entonces les ancianos del pueblo continuaron viviendo con sus familias aunque cumplieran sesenta años, ayudándolos con la sabiduría que habían acumulado a lo largo de toda su vida.